Generación tras generación siguieron conservando el buen hacer del vino, adquiriendo, con el transcurso del tiempo, fama entre los numerosos arrieros que hacían un alto en esta casa situada en la carretera de Vélez – Málaga, lugar que pronto empezó a conocerse como las bodegas «que nos quitan las penas».
Su hijo, José Suárez Villalba años más tarde, y tras haber heredado el negocio familiar, traslada la casa de comidas y las bodegas de vinos a la calle de Málaga, número 42, actualmente conocida como Avenida Juan Sebastián Elcano, instalando el lagar de pisa de uva y la nave de botas.
Los primeros vinos producidos en aquel lugar fueron el «Moscatel Extra, o Quitapenas», el «Montes» y el «Málaga Lágrima» acompañando al delicioso conejo con arroz, dando fama en toda la provincia a esta centenaria casa en sus primeros años.
En 1940 toman las riendas de la empresa sus hijos Francisco, José y Maximino Suárez Tijeras, iniciando el embotellado de vinos y la fábrica de licores y aguardientes; abriendo numerosas tabernas por toda la geografía malagueña impulsados por el boom turístico de los años posteriores.
Todo ese desarrollo obligó a la ampliación de la capacidad de producción, almacenamiento y crianza de vinos. Y es en esa época también cuando las Bodegas Quitapenas ingresan como miembro del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Málaga.