Historia de los vinos

Historia del vino en Málaga

La historia del vino en Málaga tiene una larga trayectoria, probablemente, una de las más antiguas de España. La provincia de Málaga “MALAKA” ha sido productora de vino desde la llegada de los fenicios a la península Ibérica, hace casi 3.000 años. Pero no fue hasta el año 1.100 a. C, cuando se empezó a cuidar y desarrollar las técnicas de cultivo de la vid. Las grandes civilizaciones de la Grecia y de la Roma antiguas situaban el origen del vino en la prehistoria. Los egipcios mencionaban la añada, el viñedo y el nombre del vinificador en sus jarras. Los babilonios llegaron a promulgar leyes reglamentando la explotación de tiendas de vinos. Se han encontrado pepitas de vid cultivada en el Cáucaso, al este del Mar Negro que tienen una antigüedad de unos siete mil años.

Los griegos de la antigüedad y después los romanos, reservaron al vino un importante lugar en sus vidas. También se conoce el cultivo de la vid en Persia y la India. En cuanto a la América precolombina, sus culturas jamás descubrieron el vino pese a la presencia de vides silvestres.

Los romanos, cuya expansión coincidió con el declive de Grecia, incorporaron los dioses griegos adaptándolos a sus usos y características. Así, Dioniso se convirtió en Baco. El dios del vino, Baco, se convirtió en salvador y su culto se extendió sobre todo entre las mujeres, los esclavos y los pobres, hasta el punto de que los emperadores intentaron prohibirlo sin demasiado éxito.

También el Antiguo Testamento está lleno de referencias a viñedos y el país que la Biblia llama Canaán, era famoso por su vino.

Vino e Iglesia.

Con la caída del Imperio Romano, la Iglesia tomó el relevo de la vinicultura.

En todos los monasterios y conventos se empezó a cultivar la vid y se crearon bodegas comarcales. Estos monjes fueron los primeros en estudiar el suelo, en transformar los viñedos seleccionando las mejores plantas, en experimentar con la poda y en elegir las parcelas no expuestas a las heladas. Estas eran las que daban las uvas más maduras. Rodearon con muros sus mejores viñedos.

Todos sus esfuerzos tendían a producir un vino destinado no solamente a la misa, sino a la venta, desempeñando los monjes un papel esencial en el comercio de vinos durante la Edad Media.

El ejemplo de la Iglesia lo siguieron los grandes señores feudales, que instalaron bodegas en sus castillos y plantaron enormes extensiones de viñedo.

Reconocimiento a los vinos Málaga en la historia

El vino de Málaga es uno de los más antiguos de España. En Málaga se constituyó por voluntad de los Reyes Católicos en 1487 la primera organización de viticultores llamada Hermandad de Viñeros.

El Descubrimiento de América, a partir de 1492, fue un momento decisivo para la expansión del vino, ya que los Reyes Católicos, a medida que iban reconquistando territorios a los musulmanes, los replantaban de vides. Y ya, con los viajes de los colonos a América, se intensificó la exportación de vinos y las primeras plantaciones de viñedo en 1497.

Zonas de producción de Málaga, entre otras de Andalucía, fueron durante los siglos XVII y XVIII pioneros en la elaboración y exportación de vinos. Tal es así, que, como ejemplo, se sabe que, en 1791, la zarina y emperatriz de Rusia, Catalina II, después de que el embajador de España en Rusia, el Señor Gálvez, le llevara unas cajas de Vino de Málaga, eximió de impuestos a todos los vinos de Málaga controlados por la Hermandad de los Viñeros que llegasen a su Imperio.

Hasta entonces, el vino se bebía dentro del año de la cosecha, cuando se acercaba la nueva vendimia, el precio del vino “viejo” caía, pero fue el arte de poder guardar el vino durante años en barricas o botellas y su conservación, lo que hizo de ese momento, un momento crucial para la historia de los vinos de calidad.

Plaga de la filoxera.

Fue en Francia donde apareció por primera vez, en 1860, la más destructiva de las plagas de la vid: la filoxera, un pulgón del tamaño de una cabeza de alfiler que provocaba la muerte de la vid al nutrirse del jugo de sus raíces. Había llegado de América del Norte en los barcos de vapor que comenzaron a atravesar el océano lo bastante rápido como para que el parásito, presente en las vides importadas, pudiesen sobrevivir al viaje. Toda Europa se vio afectada.

Fue un antes y un después. La irrupción de la filoxera en España se produjo a partir de 1878, en el término municipal de Moclinejo, al este de la provincia de Málaga.

Fundación de Bodegas Quitapenas

Fue en este año, 1878, cuando nuestro fundador, D. Francisco Suárez Pineda, afectado por esta enfermedad de la vid, tuvo que mudarse a una zona más cercana a la capital, por la destrucción que le había ocasionado dicha plaga a sus viñas. Allí, en la barriada de El Palo, abrió una taberna o casa de comidas, donde también ofrecía el vino que elaboraba. Ahí fue, donde en 1880 fundó Bodegas Quitapenas.

A excepción de algunas islas, como las Islas Canarias, la filoxera devastó, sin excepción, las vides de casi toda la geografía española. Al cabo de 40 años de estragos se encontró la solución injertando vides con pies americanos.

Este recorrido por el vino de Málaga, nos lleva ya al siglo XX, cuando el mundo del vino tuvo que dedicar una buena parte de su esfuerzo a reponerse de la crisis atravesada en los últimos años del siglo XIX y mitad del XX (Guerra Civil española, II Guerra Mundial). A raíz estos problemas y como finalidad para superar las consecuencias de la filoxera y las crisis económicas se desarrolló por vez primera una legislación vitícola intentando a su vez combatir el fraude de vinos ordinarios etiquetados bajo grandes nombres, vinos adulterados, etc. Naciendo así las denominaciones de origen y las reglamentaciones sobre variedades, límites territoriales, métodos de poda, todo ello reglamentado, dando lugar a un sistema de garantía de autenticidad.

Creación Consejo Regulador D.O. Málaga

Continuando con la historia del vino en Málaga, en 1900, se formaliza el reglamento de la Asociación Gremial de Criadores y Exportadores de Vinos de Málaga, para velar por los intereses generales del comercio de estos vinos. Es en 1924 cuando la Asociación Gremial solicita la inscripción de la marca Málaga como propiedad. Pero no fue, hasta 1933, a petición de los vinateros de Málaga, que se crea el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Málaga, cuyo reglamento fue aprobado el 20 de octubre de 1937. El actual reglamento fue aprobado el 9 de enero de 2001. Con este reglamento se establecen la forma de elaboración y características de todo vino amparado por la D.O. Málaga y Sierras de Málaga.

Ya en las últimas décadas, y más concretamente, en los últimos años se han ido desarrollando programas de investigación, mejoras en la fermentación, la crianza, la elaboración, y mucho tiempo de estudio… Con este mayor conocimiento llegó mayor control y poco a poco y con el paso de los años, las técnicas han mejorado dando mayor calidad a esta joya líquida para nuestros paladares.

El consumo de vino se ha convertido en un fenómeno en el mundo entero creándose la llamada “cultura del vino” a la que nadie debería dar la espalda, y que nosotros estamos encantados de dar a conocer a través de nuestras actividades de enoturismo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]