Desde Bodegas Quitauelve, queremos enseñarte algunos consejos prácticos para que puedas disfrutar al máximo tus vinos. Te explicamos todos los detalles que se deben tener en cuenta para que una cata sea exitosa.
Sommelier y preparación del vino:
The sommelier es una pieza clave en el ritual de la cata, es el responsable de la bodega y del cuidado de los vinos. Su tarea incluye vigilar la humedad, temperatura, iluminación, ventilación y nivel de ruidos. Una vez elegidos los vinos que se servirán en la cata, deben prepararse según su tipo:
- Vinos blancos o jóvenes: Solo necesitan ajustarse a la temperatura óptima, normalmente inferior a la de la bodega.
- Tintos de crianza: Pueden tener sedimentos que no afectan la calidad pero sí el aspecto. En estos casos, se recomienda decantar el vino, es decir, verterlo lentamente en otro recipiente sin dejar pasar los sedimentos. Aunque en general, la decantación debe evitarse porque puede hacer que el vino pierda algunos aromas importantes.
Por otro lado, los vinos blancos y rosados se benefician de la aireación, por lo que es recomendable mantenerlos en su botella.
Duración del Vino
Seguimos con un tema muy importante: la duración del vino. El vino tiene una larga vida, pero no es infinita. Los blancos y rosados suelen desarrollar sus mejores características en los primeros años y deben consumirse antes. Los vinos jóvenes y afrutados, sin crianza, deben disfrutarse entre 6 meses y 1 año desde la vendimia.
Algunos vinos, como los espumosos o los vinos de aguja, no mejoran con el tiempo y pierden sus cualidades si se conservan mucho.
Por regla general, cuanto mayor es la graduación alcohólica, la acidez y la astringencia del vino (debido a los taninos), más tiempo podrá conservarse en óptimas condiciones. Los vinos generosos y los vinos dulces licorosos tienen una vida especialmente larga.
Evolución del Vino en Botella
Los vinos tintos evolucionan más lentamente en botella que en barrica. Con el tiempo, el vino puede perder algunos de sus aromas y suavidad, su color volverse más apagado y su acidez disminuir. Los aromas primarios de la uva desaparecen gradualmente, dando paso a aromas secundarios y terciarios, y el vino se vuelve más seco y alcohólico.
Temperatura del servicio
Es fundamental servir el vino a la temperatura adecuada. Si necesitas enfriarlo, es preferible usar un cubo con agua y hielo, en lugar de meterlo en el congelador. Para calentar el vino, lo mejor es colocarlo en el lugar de consumo con antelación. Aquí tienes algunas guías de temperatura:
- 16-18°C: Tintos de crianza con más de 8-10 años.
- 14-16°C: Tintos jóvenes o reservas con menos de 8-10 años.
- 12-14ºC: Pajarete
- 4-6°C: Blancos secos.
- 4-6°C: Espumosos y vinos de aguja.
- 4-6°C: Blancos semisecos y vinos aromáticos.
Descorche del vino
Durante el ritual de la cata, el descorche debe realizarse con cuidado. La botella no debe agitarse desde la bodega hasta la mesa. Al abrirla, corta la cápsula 2 cm por debajo del borde superior, limpia el borde y el corcho con un paño limpio. Introduce el sacacorchos centrado y extrae el corcho suavemente. Evita perforar el corcho completamente para que no caigan partículas en el vino.
La copa ideal
La copa juega un papel importante en el ritual de la cata. Debe ser clara, sin adornos y tener pie, para evitar que el calor de la mano altere la temperatura del vino. Llénala solo hasta la mitad, para que los aromas puedan concentrarse dentro de la copa.
El proceso de cata
Finalmente, el proceso de cata, que consta de tres fases:
- Visual: Se observa el color, la intensidad y la transparencia del vino, lo que proporciona información sobre su cuerpo, edad y estado.
- Olfativa: Se evalúan los aromas del vino. Primero se huele la copa sin agitar y luego se agita para liberar más aromas, valorando tanto la intensidad como la calidad.
- Gustativa: Aquí intervienen tres sentidos: el gusto, con los sabores básicos (amargo, ácido, dulce, salado); el olfato, que percibe los aromas por vía retronasal; y el tacto, que detecta la textura, densidad y astringencia del vino.
Hemos llegado al final del ritual de la cata. Con estos conceptos en mente, un ambiente tranquilo, y sirviendo el vino con cuidado, podrás disfrutar al máximo el placer de un buen bane. O, siempre tienes la posibilidad de elegir una de nuestras opciones de wine tourism y realizar la cata en nuestra bodega en compañía de nuestros encargados que te acompañaran durante todo el proceso. ¡Te esperamos!